Hace unos meses atrás me topé con una carta enviada al Diario Financiero por personal de la Asociación Funcionarios/as Chile Compra (AFUCH) sobre la poca competitividad y concentración de las ventas en Mercado Público. En dicha carta, se señala que en el año 2020, ‘se transaron US$12.365 millones’ en la plataforma, pero ¿quiénes se llevan la tajada más grande de estas ventas?
Un par de semanas antes, con LicitaLAB ganamos un capital Semilla Expande de Corfo, donde, justamente, presentábamos una solución a la poca competitividad de las pequeñas y medianas empresas en las ventas públicas..
Según los datos que presentamos para entonces, solo un 21% de las MiPymes de Chile participaron en Mercado Público durante el año 2019. Para este grupo de empresas resulta muy difícil poder contar con un equipo de trabajo que se dedique exclusivamente a la labor de buscar oportunidades de venta pública. Y si también consideramos a las microempresas, cuyo porcentaje dentro de aquel 21% representa el 96,1%, las posibilidades disminuyen.
Competitividad en Mercado Público: Algunas cifras
Spoiler Alert: 1038 empresas inscritas en Mercado Público concentran el 80% de las adjudicaciones en la modalidad de licitaciones.
Si el escenario era poco competitivo para las MiPymes previo a la pandemia, hoy el panorama no ha mejorado mucho.
Mercado Público detalla que a la fecha son más de 120 mil empresas registradas, de las cuales, el 96% son MiPymes. De todo este universo de empresas analizaremos únicamente aquellas que estén participando en la modalidad licitaciones.. Fuera de este dato, existe un porcentaje importante de empresas que solo se dedican a vender bajo Convenio Marco o Compra Ágil (modalidad hecha y propuesta para pequeños proveedores).
Si profundizamos en esa perspectiva, reduciendo nuestro universo a todas aquellas que al menos hayan hecho una postulación aceptada durante el año 2020, nuestra cifra inicial queda en 36.923 empresas. De estos 36 mil, solo 22.976 empresas han ganado al menos una licitación, quedando fuera cerca del 38% de empresas que postularon en el año 2020. Este mismo escenario podría repetirse en las otras modalidades.
Ahora, veamos la distribución de adjudicaciones y montos. Para esto primero es importante cuantificar los montos transados y el total de licitaciones adjudicadas. De acuerdo a la información extraída de mercado público, tenemos los siguientes números:
De todas estas licitaciones, 1700 empresas, es decir solo el 4,6% de todas las empresas registradas en Mercado Público, se adjudicaron cerca del 80% de los ítems licitados.
Para ser más dramáticos: 222 empresas, lo cual corresponde a un 0.6% del total de empresas participantes, adjudicaron el 50% de las contrataciones.
Están ahí, pero no se ven
La poca competitividad de las MiPymes las ha llevado a tener una tímida presencia en el Mercado Público. La tajada más grande de las ventas que se hacen al Estado se la llevan las grandes empresas y aquellas que cuentan con mayor experiencia en este tipo de cosas.
En la misma carta presentada al Diario Financiero, se señala que ChileCompra informa que cerca del 80% de las ventas fueron adjudicadas a MiPymes, sin detallar que ese porcentaje está diluido en sólo 27.000 empresas y el 20% restante corresponde a 885 grandes empresas. Solo el 3% de las empresas registradas se lleva el 20% de las transacciones.
Además, hay que ser francos: Mercado Público tampoco hace fácil el proceso. Pese a los enormes esfuerzos por modernizar y facilitar los accesos, encontrar ofertas ideales para cada negocio, a tiempo y además cumplir con los requisitos formales y técnicos, es toda una odisea.
Las micro y pequeñas empresas no solo deben enfrentarse a la plataforma, sino que también a bases que a primeras son difíciles de leer y comprender. Hay que estar al tanto de plazos y etapas de procesos que muchas veces son larguísimos, como también de un día a otro. Los recursos humanos y técnicos para sobrevivir a todo eso son enormes, y los proveedores pequeños, en general, no lo pueden cubrir.
¿Hacia dónde va la solución?
En LicitaLAB sabemos que no inventamos la rueda. Ideas como la nuestra, de consolidar búsquedas, monitorear postulaciones y mejorar la trazabilidad de oportunidades para proveedores del Estado; existían desde hace tiempo. El problema es que no están al alcance de las pequeñas empresas.
Hoy por hoy, las empresas de todos los tamaños deben mirar hacia la transformación digital de sus procesos productivos. Desde cosas tan simples como manejar correos corporativos y canales de comunicación eficientes entre colaboradores, hasta productos más sofisticados como soporte de datos, reportes y monitoreos de finanzas, etc. Si todos tuvieran el mismo acceso a las diferentes herramientas digitales que ayudan y acompañan estos procesos, la cancha estaría mucho más pareja.
Nuestro desafío como LicitaLAB es transformarnos en un aliado estratégico para aquellos pequeños y medianos proveedores que necesitan aumentar sus posibilidades de venta pública. Y no solo eso. Es necesario impulsar un ecosistema digital que mejore las condiciones para todos y que las tajadas sean más equitativas.