La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) establece una serie de objetivos y recomendaciones para las contrataciones públicas. ¿Cuáles son?
Hace más de 10 años que Chile se convirtió en el primer país de sudamericano en formar parte de la OCDE. Ingreso que no solo significó un mejor posicionamiento del país a nivel mundial, sino que también sumarse a una serie de objetivos y beneficios para nuestra política interna hasta hoy. Desde iniciativas que van desde la educación, innovación, medioambiente y hasta mejoras en la contratación pública, son parte de los ámbitos en los que se ha buscado trabajar desde entonces.
La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico tiene como misión “promover políticas que favorezcan la prosperidad, la igualdad, las oportunidades y el bienestar para todas las personas”. Caminar hacia ese objetivo ha sido uno de los propósitos de nuestro país, para estar a la par de otras naciones, como Alemania, Estados Unidos y Japón.
Según cifras de la OCDE, el 12% del PIB de cada país está representado por la contratación pública. Siendo un ítem tan importante dentro de la economía local y regional, es uno de los ejes principales de investigación para este organismo. Es por eso que entender las compras públicas desde una mirada internacional es tan importante para quienes trabajan en el sistema.
Contratación pública según la OCDE
Para lograr estándares internacionales de probidad y transparencia, la OCDE colabora con sus países integrantes en el desarrollo de investigación y contraste de experiencias entre naciones. Dentro de las acciones principales, recopilar evidencia útil y confiable es uno de los pilares fundamentales para levantar marcos e indicadores que sirvan como parámetros para medir los niveles de probidad y transparencia en la contratación pública.
Y es que este pilar significa una parte importante para la política interna de cada país, según este organismo. Cada contrato o compra que realiza una institución significa gasto que viene directamente del dinero de los contribuyentes. La OCDE define como un propósito que los gobiernos lleven a cabo este tipo de contratos de forma eficiente y con altos estándares de conducta. Es la única vía posible para garantizar la alta calidad en la prestación de servicios y salvaguardar el interés público.
Cuando hablamos de contratación pública, no solo se trata del ejercicio de intercambiar bienes y servicios con instituciones del Estado. Debido a su naturaleza, un organismo público no tiene las mismas características que un cliente privado. Desde una simple compra de insumos de uso diario, a grandes contrataciones de infraestructura de obra pública; todo significa un gasto de un presupuesto público que debe ser rendido a quienes lo aportan. Es decir, a la ciudadanía.
A fin de cuentas, un Estado más transparente, es también una ciudadanía más informada sobre cómo se está invirtiendo el capital que proviene de sus impuestos.
Para lograr estos propósitos, la OCDE ha establecido tres tareas importantes para el progreso en estas materias:
- Ofrecer servicios básicos como salud, infraestructura y energía, donde se debe apuntar hacia el ahorro de uso de recursos energéticos y optimizar la cadena de desechos a través de compras responsables y sustentables.
- Garantizar un buen valor para el dinero a través de la eficiencia y la integridad, donde los gobiernos se comprometen a garantizar la adminsitración responsable, eficiente y transparente de sus recursos.
- Lograr objetivos de política innovadores, sociales y ambientales, fortaleciendo la inversión en soluciones innovadoras, velando por reducir el impacto medioambiental a través de los servicios y productos contratados.
La transparencia de Mercado Público
Año a año, la Dirección de ChileCompra cumple con su labor de entregar su cuenta pública con los avances realizados en la contratación pública del país. En estas memorias, se resumen todas las transacciones, montos y estadísticas que dan cuenta de cómo se ha gastado el presupuesto fiscal y cómo se ha facilitado la participación de empresas de todos los tamaños.
Dentro de los avances más significativos, la creación de modalidades de compra que fortalecen la libre competencia y la simplificación de procesos burocráticos son algunos de los puntos más destacados. Todo, plasmado en una de las más grandes reformas del último periodo a la Ley de Compras Públicas, que hoy se encuentra en el Tribunal Constitucional para su revisión previo a la promulgación.
Por otra parte, a fines de octubre de este año, una comitiva de ChileCompra expuso en la Asamblea Anual del Grupo de Trabajo de los Líderes en materia de Contratación Pública de la OCDE, compartiendo experiencias respecto de los desafíos de la Inteligencia Artificial y la innovación para mayor eficiencia y transparencia.
Esta experiencia, llevada a cabo en Francia, es una muestra más de la preocupación por fortalecer el sistema de compras públicas del país. Un sistema que cada día abre oportunidades para nuevos proveedores y que busca optimizar al máximo el uso de recursos que pertenecen a todos los chilenos.