Uno de los mitos más comunes sobre el mundo de las compras públicas es que todas las convocatorias están arregladas. ¿Qué tan cierto es esto?
Transparencia y competitividad. Dos elementos que han sido el motor del debate en torno a las compras públicas en Chile y Latinoamérica. Un constante cuestionamiento a los niveles de probidad del sistema que se encarga de facilitar e informar sobre el gasto fiscal que realizan los organismos públicos del país.
Este mismo cuestionamiento muchas veces se ha convertido en una barrera para promover la participación en Mercado Público. La integración de nuevas empresas al juego de las licitaciones se ve frenado por la idea que hay poco espacio para entrar a competir. Y a este problema es algo que la Dirección de ChileCompra ha buscado un sinfín de soluciones.
Modalidades de compra, aperturas de nuevos catálogos en Convenio Marco, nuevas Bases tipo y la creación de Compra Ágil. Todas medidas generadas para impulsar la integración de nuevas empresas y mejorar la oferta disponible para los más de mil organismos públicos que contratan a través de la plataforma. Pero, ¿qué tan cierto es que los procesos de compra están arreglados?
Avances legislativos
Tras la promulgación de la ley que moderniza el sistema de compras públicas, los ojos han estado puestos en los cambios que se vendrán con su implementación. El eje principal es el fomento a la participación de empresas de menor tamaño y la priorización de emprendimientos locales en los procesos de compra.
Con toda la ola de cambios a favor de las MiPymes, es natural preguntarse sobre cuán preparado está el sistema para favorecer la participación y la disposición de los compradores a contratar nuevos proveedores. Según un análisis que realizamos en LicitaLAB a los datos sobre licitaciones en el 2023, descubrimos que el 33,2% de los organismos públicos están dispuestos a contratar a un proveedor nuevo.
Con este escenario, las medidas que busca ajustar la modernización de las compras públicas están enfocadas en priorizar la contratación de nuevas empresas, atrayéndolos con una amplia oferta de oportunidades, y fortalecer la probidad y transparencia en los procesos.
En este último punto, la ampliación de inhabilidades tanto para proveedores como compradores, y la integración de nuevos organismos al sistema; buscan asegurar una mayor transparencia sobre los procesos de compra: saber quién compró, qué se compró y quién fue el proveedor de cada producto o servicio.
Bases a medida
A nivel internacional, Mercado Público es reconocido como un sistema moderno y transparente. Países vecinos como Perú y Colombia, han mirado el sistema de compras públicas en Chile como un ejemplo para replicar. Es gracias a estas características que es posible identificar irregularidades en los procesos de compra y utilizar los canales de denuncia que la misma institucionalidad ha facilitado.
En el 2019, una encuesta a empresas que vendían al Estado realizada por Chile Transparente y el Observatorio del Gasto Fiscal en Chile, develaba que el 66% de los encuestados calificaba como “Buena o Muy buena” su experiencia con Mercado Público. Por otro lado, el 65% decía haber enfrentado o visto algún tipo de problema durante sus postulaciones. El más frecuente dentro de este grupo: “la elaboración de bases específicas con características que posee un determinado proveedor”.
Existen muchas respuestas que pueden explicar el porqué se dan este tipo de situaciones en Mercado Público. Si nos apegamos a la institucionalidad, hay instancias que facilitan la elaboración de “bases a medida”. Módulos como las cotizaciones y consultas al mercado son etapas previas a la publicación de una licitación, donde los compradores solicitan información al mercado sobre el requerimiento que van a realizar.
En una conversación pasada que tuvimos con Mabel Contreras, especialista en compras públicas, señaló que este tipo de modalidades son útiles cuando quieres visibilizarte ante tus compradores, sobre todo en rubros competitivos o donde puedes ser una solución innovadora a sus necesidades. “Si bien una cotización no garantiza una compra, te pone en la mira. El comprador ya sabe que tú, como proveedor existes, da paso a conocer tu ficha técnica y ver los precios que manejas”, explicó.
Bajo esta perspectiva, la participación en estas consultas se transforman en un foco de oportunidad importante. En caso de ser el único proveedor que atiende a la consulta o cotización, la posibilidad de que el llamado a licitación se concrete en un Trato Directo es mucho más alta. O, respondiendo a las conclusiones del estudio del 2019, que una base se construya a fin de calzar con las características que de tu producto o servicio.
Los datos
Durante el año 2023, se publicaron 164.500 licitaciones en Mercado Público. De esta cifra, que solo engloba a la modalidad “licitaciones públicas”, el 70% alcanzó el estado de “adjudicadas”, el 17,69% fueron declaradas como desiertas y el 3,48% fueron revocadas. Este dato es clave para filtrar el universo de licitaciones que lograron ser adjudicadas y dónde haremos zoom para ver cómo fueron concretadas.
De todos los procesos adjudicados (115.205 licitaciones), el 19,7% (32.475 licitaciones) tuvieron un solo proveedor postulando y que lograron el contrato. Lo abultado de este porcentaje puede tener varias explicaciones que no necesariamente se pueden atribuir a una base pensada para un competidor en especial: por un lado, son licitaciones que, ante la participación de un único proveedor, terminaron adjudicando a esa única opción. Por otro, fueron contrataciones que previamente fueron consultadas a través de cotizaciones y consultas al mercado.
Si miramos los rubros que concentraron las licitaciones con un único postulante, Ventas y Marketing, Construcción de infraestructura y Transporte de pasajeros por carretera marcan el top 3 de la lista.
Sin embargo, ampliando la mirada a todo lo adjudicado durante el 2023, logramos identificar otro dato interesante. Revisando la media de distribución de los tipos de contratación que realiza un organismo, vemos una tendencia que indica que por cada 100 órdenes de compra, 62 de ellas son a proveedores distintos. La otra parte ha repetido en alguna oportunidad contratos al mismo proveedor.
En otras palabras, un organismo promedio suele contratar a diferentes empresas para sus diferentes requerimientos. Contando con una amplia cartera de proveedores y aportando diversidad en las contrataciones que realizaron durante el 2023.
Este dato aclara mucho el panorama. Si bien es difícil asegurar que no existen procesos arreglados en Mercado Público, el sistema es transparente y nos permite indagar en los datos que la misma plataforma entrega para lograr estas conclusiones. Así se han identificado los casos que han llegado hasta los medios de comunicación. Así también lo han denunciado los mismos proveedores cuando se identifican irregularidades.
La participación en Mercado Público y ejercer el derecho a reclamo es garantía para asegurar mayor transparencia y probidad en la forma de cómo se hace el gasto fiscal en Chile. Mientras mayor sea la diversidad de agentes dentro de este nicho, mayor será la posibilidad de matar el mito que dice que “en Mercado Público las licitaciones están arregladas”.
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